Un repentino fin y nadie se asombró, si nunca nada empezó. No me arrepentiré, no miraré hacia atrás, la perfección no es real. Sube hasta poder respirar, más arriba aún y ya no caerás. Si me da miedo no me cuentes que hiciste cuando estaba ausente. La incertidumbre hasta el que empuja hacia el delirio de sepultar, y no esperar que se muera aquí. Ya no espiar, ni sospechar de todo.





[Inconscientemente entre en un juego que jamás hubiera querido jugar]

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