-¿Bella?
La suave voz de Edward sonó detrás de mi. Me giré para verle subir ligeramentelos escalones del porche, su pelo ondeando al viento por la carrera.
Me tomó en sus brazos con urgencia, de la misma manera en que lo había hecho en el parking, y me besó otra vez.
Este beso me asustó. Había demasiada tensión, demasiado fuerte era la manera en que sus labios presionaban los míos...
como si tuviera miedo de que tan sólo nos quedara ese momento para nosotros dos...


[Quien no quiere un vampiro así, la puta madre!]

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