
La belleza de una mujer no está en su ropa, en su figura, ni en su peinado. La belleza de una mujer debe brotar de sus ojos, por que ellos son la ventana hacia el alma, el lugar donde reside en amor. Sus facciones, sino que es el reflejo de la belleza verdadera de su alma. Es el cuidado amoroso que da, la pasión que ella muestra. La belleza de una mujer se desarrolla con el paso de los años.
No importa si somos gordas o flacas, rubias o morochas; somos Hermosas por que cada mujer muestra lo que es, y hay que aceptar con orgullo lo que somos -
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